Las instalaciones eléctricas de los edificios deben de ser revisadas cada cierto tiempo para asegurarse de que todo esté bien.
Para que se realicen las revisiones periódicas se crearon los planes de mantenimiento correctivo y también los planes preventivos. El mantenimiento correctivo de las instalaciones eléctricas consiste en realizar intervenciones periódicas programadas con el fin de evitar y disminuir la cantidad de fallos que puedan sufrir las instalaciones eléctricas y asegurando la protección de las instalaciones y de los trabajadores. Estos mantenimientos deben de ser realizados por personal cualificado y competente, asignado para desempeñar ese trabajo.
Los trabajos que se realizan suelen ser sobre todo de limpieza, y se suelen hacer cada dos años, a no ser que haya algún fallo o incidencia y se adelanten a la periodicidad que más convenga. En los tableros de corriente se ajustan los tornillos, se verifican las partes activas expuestas, y también la presencia y el estado de la señalización de registro eléctrico; también se asegura la conexión de puesta a tierra.
El cableado de la instalación eléctrica también necesita de dicho mantenimiento por lo que se verifica el estado y la existencia de canalizaciones y accesorios, se controla el desgaste ocasionado en los cables, se verifican los bornes de conexión, se registra la carga de cada línea para verificar el dimensionamiento y uso eficiente de la instalación. También se debe de hacer un ajuste de las luminarias, así se ajustan los focos, se controla la sujeción de los tubos fluorescentes y se hace un desarmado para la limpieza y el ajuste general.
El mantenimiento preventivo se efectúa con la intención de reducir la probabilidad de fallo en las instalaciones; hoy en día, casi todo se realiza con herramientas informáticas. Un buen mantenimiento tiene en cuenta los siguientes pasos: lo primero es aumentar la fiabilidad de los equipos, luego aumentar la duración de la vida eficaz de las instalaciones, ordenar de manera meticulosa las revisiones y las pruebas, facilitar la gestión de existencias, garantizar la seguridad, reducir de manera progresiva las averías, etc.
La puesta en marcha de un plan de mantenimiento de este tipo permitirá que siempre se tenga la documentación técnica, además de conocer la maquinaria y la manipulación, los históricos de funcionamiento y los análisis técnicos de todo el equipo. Todo esto se hace para mantener a salvo las instalaciones eléctricas de los edificios y de las comunidades.
Sin embargo, en los edificios se vive con unas normas para que todo vaya sobre ruedas: la revisión de los extintores, las revisiones de los ascensores, la reparación de las averías que puedan ir surgiendo y sobre todo un plan de mantenimiento correctivo de las instalaciones eléctricas y otro preventivo para evitar averías y situaciones peligrosas.
A su vez, un programa de mantenimiento de instalaciones eléctricas debe de contar con un pararrayos, una red conductora y una arqueta de conexión. Todo esto se aplicará tanto a los edificios, como a las viviendas, como a los locales ya sean comerciales o para uso particular. ¡La seguridad ante todo!
Un buen mantenimiento correctivo conseguirá que no haya altercados de ningún tipo en los edificios, consiguiendo así que todo funcione correctamente siempre, con las medidas adecuadas y las medidas preventivas necesarias para que su vivienda o negocio cumpla con las normativas y con las expectativas volcadas en el edificio. Para que todo funcione correctamente se deben de tener en cuenta todos los puntos redactados en un plan de mantenimiento, tanto en el correctivo como en el preventivo.