Cuando hablamos de desarrollos eléctricos, no podemos pasar por alto las instalaciones y mantenimientos de Alta tensión. En un sistema eléctrico, éstas son las de mayor longitud, los bloques de potencia que manejan son los más grandes y se enlazan entre sí para atravesar e interconectar vastas regiones del país para dar suministro.
La función de las instalaciones de Alta tensión consiste en el intercambio de energía entre las zonas que unen y esta transferencia de potencia se realiza en los sentidos de ida y vuelta. Y para ello se necesita una red de transporte, que en España está compuesta por más de 50.000 kilómetros de líneas de Alta tensión y que es fiable y segura, ofreciendo unos índices de calidad de servicio del máximo nivel a todo el sistema eléctrico de la nación.
Porque la energía eléctrica no se puede almacenar tan fácilmente como los barriles de petróleo o el carbón. Una vez que se crea en las centrales eléctricas, se pone en circulación a través de las líneas de Alta tensión hacia los centros de consumo. Es en este viaje donde se va creando una densa red de transporte de energía eléctrica que incluye las principales “autopistas” hasta ramales secundarios, como lo pueden ser los cables que llevan energía al televisor o a la lavadora de nuestras casas.
Todo este viaje se efectúa en una red enormemente compleja denominada red eléctrica y que conecta todos los centros de producción con todos los puntos de consumo. Ampliando la cifra antes citada de las líneas de Alta tensión, la longitud total de esta red en España es de más de 600.000 kilómetros. O lo que es igual a 15 vueltas al globo terráqueo.
La tecnología que implica el transporte de energía eléctrica a largas distancias es bastante particular. Y para reducir al mínimo las pérdidas que crea la resistencia del cable, debe hacerse con el mayor voltaje de corriente posible, de lo que se encargan los llamados transformadores. A partir de ahí, la tensión eléctrica inicia su periplo por los cables gruesos de las líneas de Alta tensión que soportan las altas estructuras metálicas que conocemos como torres y que atraviesan el espacio desde el suelo y el aéreo a una altura bastante elevada.
En cuanto la energía eléctrica se acerca al lugar de consumo, otros transformadores hacen descender la tensión a cifras más bajas, conociéndose por media tensión. Finalmente hay otra serie de transformadores que minimizan la tensión al nivel que todos conocemos en los hogares o en la industria, 220v. Es entonces cuando podemos conectar cualquier aparato eléctrico a un enchufe y percibimos movimiento, calor, luz o frío, según se trate.
Más de 1000 centrales de producción de energía eléctrica existen hoy en España, de las cuales casi 900 son hidroeléctricas, llegando a las 200 son centrales térmicas y 9 centrales nucleares. Y cuando hablamos de líneas de transporte de la energía eléctrica, nos referimos a las líneas de Alta tensión básicamente como el medio físico mediante el cual se realiza la transmisión de la energía eléctrica a grandes distancias. Mediante el elemento conductor, bien sea cable de acero, cobre o aluminio, y soportados sobre las denominadas torres de Alta tensión o torres de amarre. Pero también se dan las torres en suspensión, que no soportan otro peso que no sea la del conductor y que van en línea recta.
En todo momento rige lo dispuesto en cuanto a la Legislación de Seguridad Industrial que emana de la Legislación Nacional sobre líneas eléctricas de Alta tensión. Y han de tenerse bajo estricto cumplimiento y observancia de las Normas UNE, la Guía Técnica de Aplicación, Proyectos de Guías Técnicas de Aplicación, Titulación del Instalador de Líneas de Alta tensión, así como la Guía de equipos en el ámbito del Reglamento de Líneas Aéreas de Alta tensión.