Partiendo de que una instalación eléctrica es una compleja estructura capaz de convertir la energía mecánica en energía eléctrica, el funcionamiento de las centrales eléctricas tiene que ver con el proceso de fabricación de la electricidad. La función de una instalación denominada central eléctrica es transformar energía procedente de otra fuente energética en electricidad que se usa en todas las actividades relacionadas con la vida y los consumidores.
Estas plantas se sitúan generalmente en las cercanías de fuentes de energía básicas como en las confluencias de ríos, yacimientos de carbón, parques eólicos, parques solares y plantas que extraen energía de las olas del mar, energía mareomotriz.
Hay varios tipos de centrales eléctricas y dependen de las distintas materias primas empleadas para obtener la energía eléctrica, diferenciándose en la energía potencial primaria que da origen a la transformación.
Las más comunes son las centrales hidroeléctricas y son las más rentables aunque su costo de instalación es superior a las demás, pero el rendimiento es mayor y genera mayores beneficios.
Las plantas nucleares funcionan a partir del elemento principal que es el uranio 235 que está presente en la naturaleza. Sin embargo, además de este elemento natural, las centrales nucleares trabajan con uranio 233 y plutonio 239, que junto con el anteriormente mencionado, son los tres combustibles fisionables necesarios para que esta planta funcione creando electricidad.
Las centrales geotérmicas extraen energía procedente de la tierra, del suelo y se trata de energía térmica que es poco aprovechable debido al difícil acceso al interior según los expertos.
Las plantas mareomotrices son las que utilizan la energía de las mareas procedente de mares, océanos y lagos. Y las eólicas aprovechan los vientos o corrientes de aire para generar energía eléctrica, siendo de coste elevado este tipo de instalaciones.
Las centrales solares o heliotérmicas, la energía luminosa y térmica proveniente del sol en forma de radiación electromagnética, es transformada en energía eléctrica mediante el empleo de células.
Las plantas hidrotérmicas producen la energía a través del aprovechamiento de la energía térmica de grandes extensiones de agua, emplazándose junto a mares y océanos.
Las denominadas térmicas, son centrales eléctricas que basan su funcionamiento en combustibles tales como el carbón, que es sólido, el gasoil y fuel oil procedentes de la refinación del petróleo crudo y son líquidos, y el gas natural que es gaseoso. Estas plantas tienen que estar ubicadas en la proximidad de yacimientos, refinerías o grupos industriales.