Según un estudio reciente, el gasto medio por habitante es de casi mil euros, siendo la calefacción la que más energía gasta y aunque parezca mentira más del 2% de ese consumo se lo llevan los productos que se quedan en stand-by. De que la electricidad llegue a nuestros hogares, se ocupan los centros de transformación que convierten la electricidad de alta tensión en otra de baja tensión, apta para el usarla en nuestras casas, que son las que consumen una quinta parte de toda la energía que se fabrica en España.En cada vivienda hay entre veinte y veinticinco bombillas, por suerte cada vez somos más los que nos decantamos por las bombillas de bajo consumo y esto permite un ahorro considerable de energía. En una casa de tres dormitorios, dos baños, cocina y salón, en la que viven cuatro personas, el gasto medio suele ser de unos 1.000 kilovatios/hora. También tiene mucho que ver la zona en la que está situada la vivienda, llegando a haber casos en los que esta cantidad de energía se duplica por las temperaturas y por el escaso aislante de algunas casas.También es cierto que no todos tenemos el mismo consumo medio de la electricidad en el hogar: los hay que utilizan todos los aparatos habidos y por haber, que continúan usando bombillas de las de siempre y de los que no apagan por completo ningún aparato eléctrico de casa. Otros en cambio son muy cuidadosos y procurar gastar lo justo y necesario.
En las viviendas, normalmente, lo que más electricidad gasta son los electrodomésticos, seguidos por la iluminación completa de la casa y el aire acondicionado. Los aparatos domésticos que más consumen son: la nevera, el congelador, la televisión, la lavadora, la secadora y el lavavajillas.
Lejos de la creencia popular de que la tele apagada no consume energía, debemos de recalcar que una televisión apagada no emite imágenes pero sigue consumiendo ya que cuando el piloto normalmente rojo de la tv esta encendido conlleva un gasto de energía totalmente innecesario. Por supuesto también conllevan un gasto de energía los relojes digitales que no desenchufamos nunca. Si nos quitáramos de todos esos pequeños agujeros por los que se nos escapan los kilovatios, si consiguiéramos evitar que los aparatos se quedaran encendidos y apagar las luces de las habitaciones en las que no estamos, conseguiríamos ahorrar hasta un tres por ciento de consumo medio al año de la electricidad en el hogar, que no es poco.
En España se malgasta mucha energía. Sin embargo, son muchos los que ya están aprendiendo a ahorrar energía (por ejemplo a través de las bombillas de bajo consumos que mencionamos antes). Y es que si consideramos que los 17 millones de viviendas que hay en España, podrían ahorrar hasta un tres por ciento al año de energía eléctrica, todos nos beneficiaríamos de las ventajas que derivan de este pequeño esfuerzo.